lunes, 29 de octubre de 2012

La hora de comer. Los Premios.

A muchos padres, la hora de comer de nuestros hijos se ha convertido en un infierno. Después de sacar todos los juguetes, hacer todo tipo de "monerías", e incluso llegar a disfrazarnos, hemos obtenido como resultado una boca aún más cerrada.
Muchas hemos tirado de los trucos de la abuela, de los de alguna amiga y de los que salen de nuestra propia imaginación. Uno de esos trucos, son los premios, y de ellos vamos a hablar hoy.



Es bueno utilizarlos como incentivo cuando se inicia el aprendizaje de una conducta nueva que, lo sabemos de entrada, puede resultar difícil. Pero ¡atención, padres! debemos saber delimitar la línea, el punto de equilibrio, para poder alcanzar el resultado que pretendemos sin que este pueda llegar a ser contraproducente.
La recompensa debe ser adecuada a la actitud que buscamos en ellos, no puede ser exagerada. Tampoco debemos asociar la recompensa al chantaje, si lo inculcamos con una buena metodología, un premio no tiene que interpretarse como un chantaje.



Existen premios o recompensas de dos clases, afectivos y materiales. Veamos cómo podemos utilizarlos durante el aprendizaje de la conducta de comer bien.

Premios afectivos.
Podemos dar un beso, un abrazo, leer un cuento, cantarle una canción, o hacerles un dibujo suuuperchulo; darle una voltereta, o dejar que se disfrace.
El incentivo es un aporte extra de afectividad.
Estos premios refuerzan valores positivos como la capacidad de divertirse con poca cosa, de crear o de abrazarse, así como, aproximan humanamente al adulto y al niño.



Premios materiales.
Todos hemos caído en la tentación alguna vez, de comprarles cualquier tontería con tal de que el berrinche no llegara a más, sobretodo haciendo la compra del sábado en un centro comercial.
Muchos padres caen es esta tentación de manera compulsiva extrapolando esta "desviación" a sus hijos, entre otras cosas porque así se sienten en paz consigo mismo. No hay una reflexión previa o a posteriori.



Una cuestión muy importante: La iniciativa del premio tiene que salir siempre de los padres, nunca del niño. No dejemos que el niño nos anuncie que si se lo come todo, luego tendrán el regalo que quieren. No nos dejemos tomar el pelo!!! Hay que saber mantenerse firme y que este no aproveche el despiste para confundirse...y confundirnos.
Nosotros, los padres, fijamos los incentivos.
También es cierto, que en algunas ocasiones, tendremos que descartar el procedimiento de la recompensa, de lo contrario, podemos terminar creando "pequeños adictos" a los premios, sobretodo a los materiales.

Durante el proceso de aprendizaje de comer, de forma excepcional podemos introducir algunos incentivos que ayuden a alcanzar un "buen recibimiento" de un alimento nuevo o de difícil digestión.
Muchas veces solo tenemos que ponerle imaginación. Cosas simples pero originales puedes despertar el interés del pequeño más que cualquier juguete caro y vistoso.



Un juego divertido para los más pequeños es, a medida que va tragando más o menos bien, ir enganchando pegatinas o pinzas de colores en el borde del plato. Los gomets de colores que venden en papelerías nos vienen genial!!
Otra idea es, colocarle un dibujo debajo del plato haciéndole saber que cuando termine la comida, podrá ver el dibujo que se esconde.



Son estrategias fáciles y sencillas de poner en práctica y útiles, pero, como siempre, no debemos dejar que el niño exija este tipo de juegos.
Somos los padres los que decidimos el momento en que van a utilizarlos.




Fuente: !A comer¡ Dr. Eduard Estivill

domingo, 21 de octubre de 2012

Decálogo para niños que cuidan el Medioambiente.

 

Todavía queda mucho para el 5 de junio, día en el que se celebra el "Día Mundial del Medioambiente", pero, ¿Vamos a esperar a que llegue ese día, para reivindicar el cuidado de nuestro planeta? Pues, no!!!
Con unos pequeños gestos y actividades que podemos hacer de manera cotidiana, contribuiremos día a día a cuidar el Medioambiente.


Preparando un proyecto sobre reciclaje, en el que los niños van a ser uno de los grandes protagonistas en él, me he encontrado con este "Decálogo para niños que cuidan el Medioambiente". Os recomiendo su lectura encarecidamente, y por supuesto, que lo pongáis en práctica con vuestros hijos, si no lo habéis hecho ya.
Es importante inculcarles el respeto y cuidado de nuestro planeta desde muy pequeños, cultivando así de manera eficaz su desarrollo como personas.

¿Nos ponemos a ello? Pues vamos!!!

  • El reciclaje puede ser un juego divertido, aprendamos a colocar cada elemento en el cubo adecuado y después hay que llevarlo al contenedor. ¡A ver quién se aprende antes los colores de plásticos, vidrio y cartón!
  • Ahorremos agua, ya que es un bien que escasea y necesario para la vida. Hay que cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o enjabonamos las manos, controlar el uso de la cisterna, en la ducha…
  • Los papeles, a la papelera (o al cubo de reciclaje). En la calle no podemos tirar ninguna basura, para eso están las papeleras. Si vemos alguna basura, podemos avisar a papá o mamá para que la recoja si es posible, o avise a alguien para que lo haga.
  • No malgastemos electricidad. Hay que apagar las luces cuando no estemos en la habitación, podemos comprar bombillas de bajo consumo, apagar la tele, el ordenador o los juegos del todo cuando no los usemos… Menos gasto supone menos contaminación y más recursos para el futuro.
  • Compartamos los libros y el material escolar. Para ello, hay que ser muy cuidadoso con el material, para que lo puedan aprovechar los hermanos, otros niños o nosotros mismos en elcurso siguiente.
  • Reutilicemos y reciclemos papeles para nuestros dibujos, para nuestra manualidades podemos emplear material que tenemos en casa, hagamos nuevos juguetes antes de comprarlos, intercambiemos juguetes, donemos los viejos para otros niños que no tengan… La imaginación es nuestra aliada para reutilizar mucho de lo que ya poseemos sin necesidad de comprar cosas nuevas.
  • Cuidemos la naturaleza: las plantas de la calle, de los jardines o del campo hay que respetarlas y cuidarlas, regar las que tengamos en casa, plantar unas semillas, conocer los tipos de flores y de árboles que tenemos alrededor… Los paseos por los jardines, por el campo, son una estupenda oportunidad para acercarnos a la flora y la fauna.
  • Los animales necesitan cariño, atención y respeto. Tanto nuestras mascotas, con las que podremos jugar junto a los papás, como otros animales: no hay que hacerles daño. Los animales en peligro de extinción, que podemos conocer a través de dibujos, en el zoo… dependen de nosotros y de la concienciación general.
  • La contaminación la producen los humos, que además afectan a nuestra salud negativamente, pero también los ruidos o las luces excesivas en nuestras ciudades. Nuestro granito de arena con muchos de los puntos anteriores contribuirán a un entorno menos contaminado.
  • Y por último, hay que cuidar y respetar el medio ambiente, pero también a las personas que nos rodean, al fin y al cabo todos formamos parte de este entorno. Los amigos, la familia, los vecinos… entre todos podemos estar más contentos y colaborar con un mundo más ecológico.
 
 
 


Fuente: http://www.bebesymas.com

lunes, 8 de octubre de 2012

Libros y Cuentos. El perro de color melón.



Ha caído en mis manos un libro para los más "peques" que merece la pena reseñar y hablaros de él. "El perro de color melón".

Libro-cuento que refleja el problema del abandono de animales domésticos de una manera natural y accesible para los más pequeños, mientras incentiva la tolerancia por lo diferente, la importancia del amor desinteresado y la ayuda a los más débiles.  
Publicación dirigida por el Defensor del menor en la Comunidad de Madrid y la asociación El refugio.

Me parece un recurso ideal tanto para tutores/docentes para trabajar en las aulas, como para nosotros, los padres.

"Abandonado, que así se llama nuestro singular protagonista, es un perro diferente, al que echan de su casa por ser color melón. Triste y solo en la calle, se pregunta “¿Porqué no seré de otro color? Así nadie me quiere”.Pero su suerte cambiará, cuando un buen día, conoció a Tomás que al verlo solo, triste y abandonado, no se lo pensó dos veces y se lo llevó a su casa, sin importarle su color. Allí, le pusieron un pañuelo rojo atado al cuello, un tazón de agua fresca, una comida calentita, que le sentó estupendamente, ya que llevaba días y días sin comer y una mullidita manta para que durmiera muy calentito. Desde aquel momento, Abandonado vivió junto a Tomás y su familia y pasó a llamarse, Meloncete, Meloncín y Meloncito."




http://www.defensordelmenor.org/ 

lunes, 1 de octubre de 2012

Chulería y bordería en las aulas de infantil. ¿Qué está pasando?

                                         

Ayer domingo, me encontraba con unos amig@s en un cumple infantil y entre varios temas de conversación que mantuvimos uno de ellos hizo que, en mi cabecita, saltara aún más la alarma sobre la educación y buenos modales que estamos dando, o no dando, a nuestros pequeños.

La falta de respeto, la chulería y bordería que algunos alumnos en edad infantil tienen para con sus profesores y/o tutores escolares, me hizo pensar.....que no lo estamos haciendo bien, algo falla.

¿Qué estamos haciendo?
¿Estamos descuidando la educación en casa?
¿Tan poco tiempo tenemos para dedicarnos a ello?
¿Estamos perdiendo los adultos valores como el respeto, la amabilidad y la buena educación, como para no ser capaces de transmitir a nuestros hijos esos valores que tan importantes son en su etapa de desarrollo personal?

Independientemente de la clase social y económica de las familias, está claro y por lo que estamos viendo, que esto nos lo encontramos en cualquier hogar, porque la educación se forja principalmente  en casa, y también nos puede hacer pensar que "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Seguro que más de un adulto recordamos cómo nos reñían si interrumpíamos una conversación de mayores, cómo nos llamaban la atención cuando decíamos una palabra malsonante la cual, teníamos que escribir 100 veces para que no se nos olvidara que no debemos decirla, o cómo nos castigaban si faltábamos el respeto a algún "mayor".

¿Ya no hacemos todo eso? ¿Ya no llamamos la atención? ¿Ya no reñimos? ¿Ya no castigamos?
Multitud de excusas nos encontramos, estoy estresado, no tengo tiempo, es una tontería de niños, o lo que es peor, les reímos las gracias....porque mi niño es muy gracioso!!!

Amigos y amigas, padres y madres, vamos a hacer examen de conciencia y ver si realmente lo estamos haciendo bien, si les estamos ayudando o por el contrario, los estamos hundiendo.
Es importantísimo educar en valores a nuestros hijos desde que son muy pequeños, porque es importante que se forjen y crezcan como personas ricas en Respeto y Buena Educación, entre otros.
Hagamos un pequeño esfuerzo, no requiere mucho. Busquemos ese tiempo que creemos no tener, es importante, sobretodo para ellos.

Y tal como dice el lema de "Movilización Educativa"  http://www.movilizacioneducativa.net/



                          “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”